Regulación automática por zonas: Permite mantener diferentes temperaturas según uso, orientación o momento del día.
Integración con sensores y otros sistemas: Coordina con ventanas, estores o presencia de personas para ajustar el clima interior de forma eficiente.
Reducción del consumo energético: Evita el funcionamiento innecesario y optimiza los recursos térmicos.
Confort constante y personalizado: Ajustes automáticos o manuales desde paneles táctiles, apps o asistentes de voz.